▪ Pacientes del Hospital Nacional Psiquiátrico ofrecen hortalizas orgánicas en una tienda abierta al público.
Lucía Ramírez
Las barreras que impiden el acceso a la educación y al trabajo digno son difíciles de derribar para los pacientes del Hospital Nacional Psiquiátrico (HNP) por eso se unieronen el año 2011 para crear una cooperativa que favorezca su desarrollo inclusivo.
Lilia Uribe, actual directora médica del HNP, fue la promotora de este proyecto, después de que, junto a un grupo de profesionales de Terapia Ocupacional como Gustavo Vargas, Olger León, Maura Briceño y Melisa Lizano, intentaran durante años apoyar a los usuarios para que desarrollaran destrezas laborales que les permitieran encontrar empleo.
“Tuvimos cero éxito por el estigma existente hacia ellos”, comentó la doctora. Así que sus esfuerzos se dirigieron a convertirlos en sus propios empleadores mediante una cooperativa.
De esta forma hoy cuentan con un proyecto de invernadero donde producen lechuga, cebollino y apio hidropónicos de alta de calidad, crujientes y orgánicos. Entre las camas de piedra y arena no solo crecen nutritivas lechugas, sino también sus deseos de superación. En una pizarra grande llevan el control de lo que se siembra en cada cama, el riego con sales y nutrientes, el lavado y el empaque.
Daniel Jaén, quien siembra y cuida las lechugas durante su mes y medio de crecimiento comentó que tuvo una enfermedad mental fuerte, ataques de pánico, ansiedad y un historial de medicación psiquiátrica, pero desde hace dos años que pertenece a la cooperativa ha tenido resultados muy positivos. “Me he sentido muy bien, hemos aprendido de disciplina y buenos hábitos de trabajo”, comentó.
Dentro de la finca del Hospital también tienen una gran diversidad de cultivos como: albahaca, maracuyá, maíz dulce amarillo, vainica, culantro, berenjena, papaya, y frijoles. El gerente de la cooperativa, Álvaro Gutiérrez, menciona que también producen lombricompost y tierra arreglada, así como plantas ornamentales y medicinales
Jorge Alonso Campos, otro de los asociados, ha tenido la oportunidad de representar a la cooperativa en distintas ferias del país. “Aquí he aprendido sobre el compañerismo, tener confianza en los compañeros y uno mismo. Lo que más me gusta es la hidroponía”, explicó.
Gracias a la cooperativa los pacientes han aprendido sobre hábitos laborales como autocuidado, puntualidad y cumplimiento. Saben que es una ocupación que les genera ingresos así que se les ha visto más independientes, con mejor capacidad de tomar decisiones, le encuentran un sentido a la vida y eso hace que se sientan mejor, expuso la terapeuta Francini Acuña.
Desde sus inicios la cooperativa ha sido apoyada en el proceso de conformación y formalización por el área de Promoción del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (INFOCOOP) y ahora recibe asesoría en identidad cooperativa por parte del departamento de Educación y Capacitación.
Apertura de la tienda
A pesar del duro trabajo aún falta para que pasen de percibir ganancias simbólicas a un salario digno. Por eso están expandiendo su negocio. Anteriormente los frutos de su esfuerzo los estaban vendiendo entre los pacientes y el personal del Hospital.
Pero desde mediados de año decidieron abrirse al mercado local mediante una tienda ubicada en el parqueo del Hospital. Allí el visitante es atendido por Mariana Abarca, a quien su carisma la convierte en toda una experta en servicio al cliente; ella le ofrecerá las más frescas hortalizas al mejor precio. La tienda está abierta de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 2:00 p.m.
Unas 3000 lechugas al mes son producidas por los asociados de la Cooperativa de Servicios Múltiples de Usuarios del Hospital Nacional Psiquiátrico (COOPESI R.L.)