Palma aceitera: entre la “flecha seca” y la variación de precios internacionales

01 Octubre 2015

▪ Después del café, la palma es el segundo sector con mayores tierras cultivadas en Costa Rica. El 65% de su producción es para exportación. 

Tracy Correa F. 

tcorrea@infocoop.go.cr 

En Costa Rica, según el VI Censo Nacional Agropecuario, existen casi 67 mil hectáreas de palma aceitera cultivadas; siendo superada a nivel de extensión únicamente por el cultivo de café. 

Son más de 2100 productores que permiten el abastecimiento nacional de aceite de palma, mantecas, margarinas y otros derivados; además de generar millones en exportaciones anualmente producto de la venta al exterior del 65% de la producción. 

Este sector ha sido afectado por dos graves problemáticas: la enfermedad de la “flecha seca” en las plantaciones y la variación de los precios internacionales. Esto genera la disminución de la productividad y por ende de la economía en las regiones Brunca, Pacífico Central y Caribe, principalmente. 

En el Pacífico Central la flecha seca atacó las primeras plantaciones a inicios del año 2000. Durante esa crisis COOPECALIFORNIA R.L., por ejemplo, perdió el 50% de sus asociados y 50% del área cultivada. Esta misma situación ahora se está viviendo en el sur del país.  

En el II Encuentro Agronómico UNED 2015, realizado a finales del mes de setiembre, María Montero, gerente de Agronomía de COOPEAGROPAL R.L. se refirió a la situación actual de las plantaciones de la cooperativa respecto a la enfermedad: "el 70% del área se encuentra en un estado de recuperación, mientras que el 30% restante tiene un grado intermedio de afectación. Debido al fenómeno de flecha seca, las familias se han visto impactadas directa e indirectamente (más de 10 mil personas y 4 mil fuentes de trabajo) en actividades como el comercio, transporte, educación y salud, entre otros”, detalló. 

Precios fluctuantes y clima 

En el caso de los precios internacionales, éstos se rigen por las estimaciones contempladas en la valoración CIF Rotterdam en donde además intervienen variables importantes como el precio del petróleo, el precio de competidores directos como el aceite de Soya y la oferta de los dos productores mayoritarios: Malasia e Indonesia. 

La caída de los precios de este producto ha sido considerable. Por ejemplo en 2011 hubo meses donde en Parrita se pagaron más de ¢90.000 por tonelada métrica, pero a agosto de 2015 ese precio disminuyó a menos de ¢40.000. 

Esta reducción significativa del precio, aunada a las regulaciones implicadas en las Normas Internacionales de la Ronda Sostenible de Palma (RSPO), hacen que los productores nacionales trabajen con pérdidas. 

“Nosotros somos empresas que pagamos cargas sociales e impuestos, velamos porque nuestras cosechas se ajusten a las reglas internacionales de sostenibilidad y todos estos aspectos hacen imposible que con precios tan bajos manejemos ganancias”, comentó Fernando Araya, gerente de COOPEACALIFORNIA R.L. 

Por otra parte, según indicadores meteorológicos, éste 2015 por ejemplo, la zona de Parrita ha presentado una disminución de 1100 milímetros cúbicos de agua. Esta sequía tendrá repercusiones grabes para 2017 donde se prevé una rebaja del 8% en producción y donde las estadísticas internacionales calculan un aumento de precio no superior a los $650 por tonelada internacional.  

“Lo más serio ahorita es la caída del precio. La palma no es un cultivo que usted pueda sustituir por otro rápidamente, pues el costo de este cambio es muy elevado. Es un cultivo que puede durar hasta 40 años y usted si tiene una plantación de 10 años no va a desperdiciar 30 años de vida útil”, expresó Araya. 

Ley de biocombustibles 

La situación para los productores podría mejorar si se aprueba la Ley de Biocombustibles. Dicha normativa permitiría aprovechar las plantaciones de caña para producir etanol y las de palma para producir biodiesel, logrando aumentar la demanda interna y reduciendo las exportaciones 

“El sector palmero cree 100% en el cultivo pues es ambientalmente sostenible y si la Ley de Biocombustibles se aprueba seríamos un motor vital para el cumplimiento de ésta”, finalizó Araya. 

La variación de los precios internacionales aunado a la sequía que afecta a las zonas de producción hacen que los productores de palma aceitera trabajen con pérdidas.