INFOCOOP estimula el valor agregado en agricultura

05 Septiembre 2018

▪ Cooperativas de la Zona Norte han llevado un proceso que les ha permitido mejorar sus cultivos y darles un valor agregado a sus producciones agrícolas para ampliar su mercado. 

Liseth Guzmán Sandí 

lguzman@infocoop.go.cr 

Muy pronto podrá adquirir harina de yuca, camote y malanga producidas por COOPEBELICE R.L., COOPEPROSAL R.L. y PRODICOOP R.L., gracias a un proyecto impulsado por el Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (INFOCOOP), en conjunto con el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) y la Universidad de Costa Rica (UCR). 

Este proyecto de cadenas de valor ha sido implementado y liderado por el departamento de Asistencia Técnica del INFOCOOP y se divide en dos etapas. La primera consistió en la formulación, objetivos, seguimiento, presupuesto y la segunda parte es más operacional y se trabaja directamente con las cooperativas, dándoles acompañamiento en la implementación de prácticas agrícolas. 

Cinthya Monge, ejecutiva del departamento de Asistencia Técnica del INFOCOOP comentó que la labor de la institución es vigilar que los investigadores de las universidades desarrollen a cabalidad los objetivos y trabajar de la mano con las cooperativas para brindarles un acompañamiento. 

“Ellos en sus cooperativas ya tienen su cultura y sus conocimientos, nuestra labor es hacer una transferencia de conocimientos para que ellos se adapten a las nuevas tecnologías. Es un proceso muy diverso donde vamos les hablamos de nuevas prácticas, agricultura de precisión, análisis de suelos, entre otros”, agregó Monge. 

Sergio Torres del Centro de Investigaciones Agronómicas del ITCR manifestó que la idea es que las cooperativas puedan cultivar semillas diferentes a las tradicionales que permitan crear harinas. “Estamos trabajando con yuca amarilla y camote anaranjado, para ello estamos capacitando a los productores en selección de semilla, manejo agronómico y manejo adecuado de fertilizaciones”, finalizó. 

Otro de los cultivos que se espera mejorar es el de malanga. Éste tubérculo tiene varias características importantes que contribuyeron a considerarlo dentro del proyecto, ya que se cosecha durante todo el año y su producción es de bajo costo pero con un retorno de inversión importante, pues se puede vender como fruta fresca, congelados, harinas y exportado a países del Caribe donde es altamente consumido; además es una fuente importante de carbohidratos. 

“En primera instancia se desea evaluar diferentes variedades de malanga que el Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA) de la UCR ha desarrollado con el tiempo y ver el comportamiento en las condiciones climáticas donde se encuentran estas cooperativas con el fin de descubrir cuál es la mejor para el desarrollo de harinas”, explicó Francisco Saborío del CIA–UCR. 

Para este proyecto ya se han cultivado 11 variedades de malanga, únicas en el país, que muestran diferente color, sabor y crecimiento. 

Comercializar más que el producto 

Otro de los componentes de este proyecto es que las cooperativas puedan comercializar otros productos derivados de los tubérculos como harinas e incluso productos de panadería. 

Para esto, se cuenta con la asesoría del Centro Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos (CITA) de la Universidad de Costa Rica, quiénes han capacitado a algunos miembros de las cooperativas en el proceso de elaboración de harinas y otros productos terminados. 

Wilfredo Flores, coordinador del proyecto del desarrollo de la industria rural del CITA comentó que la idea es que las cooperativas puedan agregar valor a sus producciones, a través del desarrollo de productos innovadores y de alto valor nutricional. 

“Estas harinas pueden brindar muchos beneficios primero para las cooperativas ya así van a aprovechar el 100% de lo que cosechan, y por otro lado tenemos a los consumidores, ya que pueden incluso puede ser ingeridos por personas celiacas por ejemplo”, aseguró Flores. 

Una de las cooperativas beneficiadas con el proyecto es COOPEPROSAL R.L. ubicada en Dos Ríos de Upala y con 32 asociados. “Por naturaleza somos agricultores, pero ahora hay que ir viendo las tendencias del mercado, hay que diversificar la producción. Actualmente estamos trabajando en comercialización de frijol, pero nuestra fortaleza son las raíces y tubérculos con aspiraciones a tener un valor agregado de nuestras producciones, nuestro objetivo es poder comercializar harinas de yuca, tiquizque, malanga y plátano”, comentó Rogelio Cortés, gerente de la cooperativa. 

Asociados de COOPEBELICE R.L., PRODICOOP R.L. y COOPEPROSAL R.L., participaron en una capacitación en la UCR en donde aprendieron a hacer las harinas y con ellas elaboraron diversos productos de panadería.