Mujeres de Pérez Zeledón incursionan en el cultivo de flores comestibles

05 Mayo 2022
  • Proyecto de la cooperativa COOPECEDRAL R.L se perfila para exportar a largo plazo según proyecciones de PROCOMER.
  • INFOCOOP destaca iniciativa de mujeres generaleñas como innovadora.

 

Mayo, 2022.  Los 14° a 21° grados que se perciben en Cedral de Cajón de Pérez Zeledón, un pueblo cercano al Parque Nacional Chirripó, propician el cultivo de flores comestibles, una actividad agrícola poco explorada en Costa Rica, pero que podría ser de exportación a largo plazo según visualiza la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER).

El proyecto Madre Selva liderado por cinco mujeres asociadas a la Cooperativa de Productores Agroindustriales de Cedral de Cajón de Pérez Zeledón (COOPECEDRAL R.L.) le permite a estas agricultoras y amas de casa comercializar su producto en pastelerías y hoteles cinco estrellas, en donde se utilizan como ingrediente para preparar ensaladas, platos fuertes, postres y cócteles.

“Este proyecto inició antes de la pandemia y luego de dos años ha tomado fuerza. Nos enorgullece saber que las flores que cultivamos dan color y sabor a la gastronomía nacional, e internacional que se prepara en reconocidos hoteles de la zona”, relata ilusionada Melissa Mora, agricultora de Madre Selva.

El cultivo de clavelinas, claveles, petunias, pensamientos, geranios, gerberas torenias, dragon, terecitas y margaritas se realiza en invernaderos para un mayor control de plagas. En el proceso de mantenimiento requieren riego nocturno y abono orgánico. Un mes después de su plantación inicia la cosecha. El adecuado proceso de cuido permite que la producción de flores sea constante durante todo el año.

“Garantizar que sea un producto 100% orgánico y comestible nos llevó a aprender y producir el lombricompost o abono orgánico en nuestras casas. Este lo elaboramos con cáscaras de huevo, verduras y frutas además de broza de café, necesario para combatir plagas”, comenta Martina Mora, agricultora de Madre Selva.

Fanny Obando, gerente de Promoción del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (INFOCOOP) destaca la iniciativa de estas mujeres de la región Brunca como innovadora.

“Desde INFOCOOP la intención es propiciar y apoyar el desarrollo de la línea de negocios de las flores comestibles liderado por asociadas a COOPECEDRAL R.L. desde el Hub Cooperativo, de modo que este nuevo espacio colaborativo o de coworking sea parte de su vitrina comercial, para así facilitarles estrategias de negociación con potenciales clientes del sector gastronómico”, comenta Obando.

 

Ruta a exportar

 

Laura Flores, promotora de exportaciones de PROCOMER de la Región Brunca indica que exportar a mercados en Europa, Estados Unidos y Canadá es una posibilidad latente a largo plazo para Madre Selva.

De la mano de PROCOMER y del programa de formación del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) llamado Tierra con Esencia de Mujer, las cinco mujeres generaleñas reciben capacitación en: Desarrollo organizacional, estrategia, producción, mercadeo, finanzas, internacionalización, creación de contenidos y proyectos.

“Las flores comestibles tienen un alto mercado en Europa y justo en la investigación que realizamos detectamos que dos de sus grandes proveedores son Perú y Chile. Esto determinó que con el conocimiento que ellas tienen en la plantación, cultivo, comercialización y mantenimiento de viveros este proyecto innovador sea toda una realidad”, agrega Flores.

De iniciar las exportaciones, Madre Selva sería una de las primeras en exportar flores comestibles en Costa Rica.

En el pasado, algunas de las tierras situadas en Cedral de Cajón de Pérez Zeledón, pueblo dedicado además al cultivo de café, hortalizas y producción de huevos, albergó sembradíos de flores, pero ornamentales.

Tierra próspera

 

Desde el MAG explican que la tierra de esta zona es fructífera para el cultivo de flores comestibles al estar ubicada en las faldas del Cerro Chirripó.

“Las condiciones climáticas evitan que las plantas experimenten estrés pues el recurso hídrico y la floración es constante. Trabajar con especies endémicas en invernaderos cerrados propician un cultivo exitoso porque la humedad y temperatura son adecuadas al estar ubicadas a 1600 metros sobre el nivel del mar”, finaliza Viviana Delgado de la Unidad de Extensión Agropecuaria del MAG en la Región Brunca.

 

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