▪ Starbucks, Illy y Green Mountain Coffee exigen altos estándares de calidad, protección al ambiente y prácticas de responsabilidad social.
Lucía Ramírez
Por su alta calidad, excelentes características en materia de sabor, textura, color y olor y sus certificaciones, un 85% del café producido por la Cooperativa Agropecuaria Industrial de Servicios Múltiples de Atenas (COOPEATENAS R.L.) es exportado a destinos como Estados Unidos, Inglaterra, Canadá, Taiwán, México y Australia.
La cooperativa inició en 1969 luego de que 92 productores decidieron crear su propia empresa y así terminar con las condiciones críticas que implicaba entregar el café en Palmares, donde debían enfrentar caminos encharralados y sufrir los pagos poco rentables de beneficios privados.
Gracias al apoyo de COOPEPALMARES R.L. se formó un comité de organización en Atenas y desde entonces la cooperativa no ha hecho más que crecer. Ahora son 1.300 caficultores, junto con 170 trabajadores directos, que logran una producción cercana a las 40 mil fanegas de café distribuidas en tres marcas: La Villa, de consumo local; El Ateneo, un café Premium y Villa Diamante, un café gourmet producido en microlotes de entre 1.200 y 1.400 metros de altura en donde el grano es 100% maduro.
En el marco de la comercialización responsable la cooperativa cuenta con cinco certificaciones internacionales que garantizan a los consumidores el cumplimiento de los más altos estándares de calidad, el respeto al medio ambiente en el cultivo y procesamiento del café y que los agricultores reciben una retribución equitativa por su cosecha.
“El proceso de certificación es difícil porque requiere mucha documentación. Las certificaciones más importantes son la Fair Trade que nos da un mayor precio por el café, generalmente $20 arriba del mercado, más el diferencial de calidad. También estamos certificados por C.A.F.E practices, una certificación específica de Starbucks y desde el 2004, la ISO 14001, por nuestra gestión ambiental”, explicó Juan Carlos Álvarez, gerente de COOPEATENAS R.L.
Mediante el apoyo del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (INFOCOOP) la cooperativa incursionó en un proyecto de georreferenciación que “permite hacer una valoración muy exacta de la finca de los productores y de esa manera identificar qué recomendación técnica aplicar por parte de cada productor. Empezó como un proyecto piloto, pero hoy por hoy la cooperativa incluso ha contratado a un ingeniero adicional para completar el proyecto. Ya estamos en un 95% de la totalidad de todas las fincas”, destacó
Más allá del café: desarrollo para la comunidad
Actualmente el café es la actividad económica más pequeña de la cooperativa, debido a los precios inestables en los mercados internacionales, los ataques de roya y el cambio climático. Su actividad principal es un supermercado y una estación de servicios, pero también tiene un centro automotriz y un almacén de suministros, manifestó Álvarez.
El supermercado apoya a productores agrícolas atenienses vendiendo sus productos, además cuenta con cafetería.
Mediantes los ingresos que generan estas actividades la cooperativa cuenta con una reserva de educación y bienestar social que se retorna a la comunidad mediante convenios de educación para que el Instituto Nacional de Aprendizaje imparta cursos técnicos.
Además poseen un programa de donaciones al servicio de la comunidad para apoyar salones comunales, equipos deportivos, el Hogar de Ancianos, la Fuerza Pública, la Clínica del Dolor y la Cruz Roja, incluso con equipo médico.
En sí, gracias en gran medida a COOPEATENAS R.L el cantón es considerado una comunidad desarrollada, ya que mediante el cooperativismo se puede ver cómo han mejorado sus condiciones de vida.
La cooperativa es un pilar para la economía ateniense, tanto por el dinero que se distribuye de diferentes formas a los asociados como también por las fuentes de empleo que genera y la ayuda social que brinda a la comunidad.
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